"Queridos familiares y amigos.
La revista VIDA NUEVA acaba de publicar una entrevista que me hicieron por teléfono concerniente a mi vuelta a Burundi cuando ya tengo 80 años; Como ya la han publicado y es cosa pública os la envío.
Por mi parte en pocas palabras, a pesar de mis pecados, errores y fallos, vuelvo a Burundi, porque veo más claro que nunca el amor que Dios me tiene. Tengo la experiencia de que Dios nunca se ha apartado de mi vida y me ha rodeado con mucho amor aunque no me lo merezco. Y esto es lo que quiero trasmitir a los burundeses. Viven una situación complicada que puede ser explosiva si no reconocen que todo hombre aunque sea pecador es amado por Dios y que no podemos destruir su vida y su dignidad de ser hijo de Dios. Los burundeses como cualquier hombre no necesitan únicamente dinero, necesitan tener conciencia de que Dios les ama y que la felicidad está en amar a Dios y al prójimo, porque Dios al hacerse hombre nos a dignificado a todos.
Como soy frágil y pecador lo que mas necesito son vuestras oraciones y afecto para que sepa ser testigo del amor de Dios.
Un abrazo. Germán"
...y nosotros respondemos: "¡Cuenta con nuestras oraciones y afecto! ¡Sigue adelante, el pueblo de Burundi te necesita y ama!."